Lectura Atención temprana: Enfoque centrado en la famil
El artículo recalca la importancia de la participación familiar y todos los entornos del niño en la atención temprana para llegar a cumplir con los objetivos que se planteen. La familia además de ser crucial para el desarrollo global del niño, es un miembro más de los equipos de intervención, siendo un agente activo en el desarrollo del lenguaje y otras áreas.
Existen dos tipos de prácticas que los profesionales de atención temprana pueden desarrollar con las familias, las prácticas relacionales y las participativas. En las relacionales se lleva a cabo un planteamiento de escucha activa, desarrollo de la capacidad de empatía, se plantea una visión de los padres desde una perspectiva positiva, contribuye a construir relaciones afectivas y fomenta las alianzas de trabajo para potenciar al niño. Por otra parte las prácticas participativas están más orientadas a lo que se le pide a la familia que haga, esto también incluye el control de las actuaciones a realizar y decisiones a tomar. En ambos casos no se puede descuidar el enfoque centrado en la familia, en el cual se busca que las familias desarrollen competencias que les permitan ayudar a su hijo con discapacidad buscando oportunidades de aprendizaje que responda a las necesidades del niño en un entorno natural que fomenta las condiciones transversales para que se estimulen sus capacidades motoras, de lenguaje y habilidades sociales.
Para conseguir una efectiva implementación de un servicio centrado en la familia es necesario que la familia este motivada por aprender y que se implique en los aprendizajes contextualmente mediados. Trivette y Dunst (2000) identificaron múltiples prácticas para desarrollar un enfoque centrado en la familia, en las cuales el equipo de atención temprana decidirá las que utilizará para llevar a cabo su trabajo, ya sea por medio de entrevista en rutinas, ecomapas, checklists, estrategias de coaching, etc.
También se menciona la importancia de la interacción del cuidador principal con los distintos profesionales y de la relación que exista entre el grupo de profesionales que atiende al niño, ya que para fomentar prácticas participativas el equipo de profesionales debe ser transdisciplinar que asegure la evaluación del niño y su entorno, es decir que los profesionales en las distintas disciplinas deben trabajar colaborativamente intercambiando información, conocimientos y habilidades para conseguir mejores resultados.
